1/ No te intoxiques.
- No fumes. Si fumas, está claro que el cáncer no te preocupa, sigue invirtiendo en arruinarte la única vida que tienes. Las grandes corporaciones tabacaleras estarán felices y ricos (aunque no te lo agradecerán), tus familiares, amigos, compañeros, …. seguramente, no tanto. Si quieres dejar de fumar, hazlo. No busques excusas, busca ayuda profesional a través de tu médico de cabecera.
- Modera el consumo de alcohol. Pequeñas cantidades de alcohol se toleran sin problemas. Pero, a ver, pequeñas cantidades son 1 o 2 cervezas o vasos de vino al día. A partir de ahí, empezamos a perder. Cuanto más, peor. Aparte de otros problemas, el alcohol está implicado en la aparición de cáncer de hígado, esófago, boca y garganta, mama y colon. Y es que tanto el etanol (el alcohol en sí) como el formaldehído (un derivado), destruyen el ADN de las células.
- Evita la exposición excesiva al sol. Sí, hay mucho déficit de vitamina D y es fantástico estar tumbado al sol en la playa. Pero la radiación solar altera el ADN de las células y provoca cáncer, sobre todo, melanoma. Los protectores ayudan, y se deben utilizar si te expones al sol, pero el sol de mediodía es el peor. Disfruta los amaneceres y los atardeceres, que son espectaculares, y resguárdate en las horas de más sol.
- Evita los alimentos procesados y las carnes rojas (cerdo, ternera y cordero, fundamentalmente). Si bien los estudios no son concluyentes, parece que el abuso de carnes rojas y, sobre todo, los alimentos procesados aumentan el riesgo de algunos cánceres.
- Evita la exposición a tóxicos, radiaciones, contaminantes, … Ya sé que es más fácil decirlo que conseguirlo, pero, al menos, sé consciente: reduce la contaminación y tu exposición a ella, usa guantes y mascarillas cuando trabajes con sustancias en polvo o volátiles, protégete de la radiación, exige medidas protectoras en el trabajo, …
2/ Se proactivo. Si, tu salud también es cosa tuya.
- Haz ejercicio regularmente. Es divertido, te hace sentirte bien, te ayuda a dormir, a conocer gente y hacer amigos, es barato y, además, te puede ayudar a prevenir los cánceres de mama, colon, pulmón y útero. ¿Qué más necesitas?
- Come frutas y verduras. La fibra, los carotenos y las vitaminas que contienen (sobre todo C y E) nos pueden ayudar a evitar los cánceres de estómago, esófago, garganta, páncreas, pulmón o páncreas.
- Déjate ayudar. ¿Has acudido a la revisión médica? ¿Sabes que existen algunos tests para diagnosticar el cáncer en sus primeras fases? ¿Te los has hecho? ¿No deberías ser tú el principal interesado?
3/ Mantén un peso sano, adecuado.
A día de hoy, en los países desarrollados, la obesidad es el principal (en términos estadísticos) factor de riesgo de cáncer. Sobre todo, de: mama, colon y recto, útero, garganta, esófago, páncreas o próstata (Unos cuantos y de los más frecuentes ¿verdad?).
Y son importantes tanto la obesidad infantil, como la del adulto. También es malo estar perdiendo y ganando peso continuamente. Por ello, la clave es mantenerse en un peso sano; idealmente un IMC menos de 25, pero desde luego, menor de 30.
Aquí puedes calcular tu IMC: