Día mundial del cáncer
Antonio Barrasa Shaw • 1 de febrero de 2020
3 recomendaciones para prevenir el cáncer.
1/ No te intoxiques.
- No fumes. Si fumas, está claro que el cáncer no te preocupa, sigue invirtiendo en arruinarte la única vida que tienes. Las grandes corporaciones tabacaleras estarán felices y ricos (aunque no te lo agradecerán), tus familiares, amigos, compañeros, …. seguramente, no tanto. Si quieres dejar de fumar, hazlo. No busques excusas, busca ayuda profesional a través de tu médico de cabecera.
- Modera el consumo de alcohol. Pequeñas cantidades de alcohol se toleran sin problemas. Pero, a ver, pequeñas cantidades son 1 o 2 cervezas o vasos de vino al día. A partir de ahí, empezamos a perder. Cuanto más, peor. Aparte de otros problemas, el alcohol está implicado en la aparición de cáncer de hígado, esófago, boca y garganta, mama y colon. Y es que tanto el etanol (el alcohol en sí) como el formaldehído (un derivado), destruyen el ADN de las células.
- Evita la exposición excesiva al sol. Sí, hay mucho déficit de vitamina D y es fantástico estar tumbado al sol en la playa. Pero la radiación solar altera el ADN de las células y provoca cáncer, sobre todo, melanoma. Los protectores ayudan, y se deben utilizar si te expones al sol, pero el sol de mediodía es el peor. Disfruta los amaneceres y los atardeceres, que son espectaculares, y resguárdate en las horas de más sol.
- Evita los alimentos procesados y las carnes rojas (cerdo, ternera y cordero, fundamentalmente). Si bien los estudios no son concluyentes, parece que el abuso de carnes rojas y, sobre todo, los alimentos procesados aumentan el riesgo de algunos cánceres.
- Evita la exposición a tóxicos, radiaciones, contaminantes, … Ya sé que es más fácil decirlo que conseguirlo, pero, al menos, sé consciente: reduce la contaminación y tu exposición a ella, usa guantes y mascarillas cuando trabajes con sustancias en polvo o volátiles, protégete de la radiación, exige medidas protectoras en el trabajo, …
2/ Se proactivo. Si, tu salud también es cosa tuya.
- Haz ejercicio regularmente. Es divertido, te hace sentirte bien, te ayuda a dormir, a conocer gente y hacer amigos, es barato y, además, te puede ayudar a prevenir los cánceres de mama, colon, pulmón y útero. ¿Qué más necesitas?
- Come frutas y verduras. La fibra, los carotenos y las vitaminas que contienen (sobre todo C y E) nos pueden ayudar a evitar los cánceres de estómago, esófago, garganta, páncreas, pulmón o páncreas.
- Déjate ayudar. ¿Has acudido a la revisión médica? ¿Sabes que existen algunos tests para diagnosticar el cáncer en sus primeras fases? ¿Te los has hecho? ¿No deberías ser tú el principal interesado?
3/ Mantén un peso sano, adecuado.
A día de hoy, en los países desarrollados, la obesidad es el principal (en términos estadísticos) factor de riesgo de cáncer. Sobre todo, de: mama, colon y recto, útero, garganta, esófago, páncreas o próstata (Unos cuantos y de los más frecuentes ¿verdad?).
Y son importantes tanto la obesidad infantil, como la del adulto. También es malo estar perdiendo y ganando peso continuamente. Por ello, la clave es mantenerse en un peso sano; idealmente un IMC menos de 25, pero desde luego, menor de 30.
Aquí puedes calcular tu IMC:
- ¿Te ha salido menor de 25? Fantástico, sigue así.
- ¿Más de 25 y menos de 30? Se te ha ido un poco la mano. No es grave, pero si bajas un poco de peso te encontrarás mejor. ¡No te relajes!
- ¿Entre 30 y 35? Se te ha ido bastante la mano. Ya tienes un riesgo más elevado de cáncer y otras enfermedades. ¡Ponte las pilas y reduce ese peso!
- ¿Más de 35? Esto sí que es un problema. Bajar de peso es una urgencia. Deberías incluso considerar la cirugía.
¿Le han sido útiles estas explicaciones?¿Tiene alguna duda o necesita alguna aclaración? Por favor, comente. Además de poderle aclarar las dudas, sus comentarios también serán útiles para otros pacientes. Gracias.

Resulta curioso ver cómo reacciona el ser humano. Muy pocas personas se lo piensan dos veces cuando les dices que hay que hacer una biopsia o extirpar una mancha que ha aparecido en una radiografía o un TAC y del que no eran conscientes, solo porque existe un pequeño (muchas veces menor del 10%) riesgo de que sea maligno. Sin embargo, cuando les recomiendas una intervención para la obesidad, que les está causando dolores articulares, hipertensión o diabetes y que les multiplica el riesgo de cáncer o infarto, le dan una y mil vueltas antes de decidirse.