1. Dieta y hábitos
Alcohol, tabaco, chocolate, tomate, ajos, picantes y alimentos grasos son los que con más frecuencia causan reflujo. Debes evitarlos si sufres ardores.
Además, debes evitar las comidas copiosas, acostarte en las 2 horas siguientes a una comida o llevar ropas apretadas. Levantar la cabecera de la cama (o utilizar varias almohadas) también puede ayudar.
2. Medicaciones
Los antiácidos (Almax, Gaviscón, bicarbonato, sal de frutas, …) contrarrestan el ácido en el esófago, permitiendo calmar temporalmente el ardor. Producen un alivio temporal y muchas veces con efecto rebote.
Los inhibidores de la histamina (ranitidina, famotidina o cimetidina, más conocidos como Zantac, Pepcid o Tagamet) y los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol o esomeprazol (Losec, Opiren, Pariet, Pantecta o Nexium) evitan la producción de ácido en el estómago. Evitan eficazmente el ardor, pero tardan un cierto tiempo en hacer efecto y requieren ser tomados a diario.
3. Cirugía
La funduplicatura laparoscópica permite un tratamiento definitivo del reflujo, obteniendo los mejores resultados en los estudios de calidad de vida cuando se compara con las alternativas. Pero como todas las cirugías, no está exenta de riesgos, por lo que es importante que se seleccione cuidadosamente a los pacientes que se van a beneficiar de ella y se realice por cirujanos con experiencia.